Lo que más nos gusta del del Jardín es la coherencia que hemos visto entre la metodología y el resultado que para nosotros se refleja en el amor de Helen por su Jardín. Nuestra hija es una niña feliz y esta felicidad se ha logrado gracias a los valores que inculcan permanentemente en el Jardín y que para nosotros como familia son fundamentales en su educación.

                  Nuestra familia llegó al Jardín Comencemos a Vivir buscando un Jardín y encontró un aliado de vida. No podríamos llamar de otra manera esta oportunidad de crecer y formarnos como familia, porque todos nos hemos nutrido de esta relación. Es un aliado de vida porque en nuestra hija vemos cómo se van sembrando semillas de autonomía y excelencia, pero, especialmente, de un buen ser humano.

                 Escoger un Jardín para mi hija ha sido una de las decisiones más importantes de mi vida, pues es un reto seleccionar una institución en donde las personas que la conforman compartan los valores y principios que como padres queremos trasmitirles a nuestros hijos, compartimos con ellos el deber y la responsabilidad de formarlos en la excelencia. El Jardín Comencemos a Vivir es sin duda el lugar donde mi hijo hoy es un gran ser en servicio para la sociedad.